Relájate al conducir

Siempre han existido personas que desahogan sus frustraciones cuando van conduciendo, a “ellos” los conocemos todos porque van por las pistas vociferando, insultando, “metiendo” su vehículo como si fueran los dueños ilegales del tránsito y los hay en todos los géneros.

Es relativamente fácil identificar si cuando conduces eres un peligro para la tranquilidad pública, aquí algunas señales: ¿cambias de carril constantemente? Aunque no seas una “lisurienta” consagrada, ¿gritas decenas de improperios a los otros conductores? De pronto te das cuenta ¿qué tus manos están cual garras agarrotadas al volante? ¿No cantas? Si has respondido afirmativamente a más de una, entonces eres una de “ellos”.

Cálmate, lo puedes remediar, pero debes realizar un cambio radical en tu vida, ya que la conducción es una pequeña parte de ella dónde descargas tus frustraciones, iras, temores y demás sinsabores “tuyos”, solo te pertenecen a ti y en lugar de fastidiar la vida a otros, deberías visitar al psicólogo o al psiquiatra, según lo requiera tu salud mental.

Pero, si solo eres una “chillona prepotente”, contrólate, porque te podrías encontrar y chocar con otra realmente enajenada que te podría hacer daño real igual que a tu vehículo; entonces mejor al conducir hazlo a una velocidad prudente escuchando la música que te relaja y con todos tus sentidos puestos en el volante y en todo lo que te rodea.

Guarda tu celular y antes de encender el motor termina de maquillarte; luego prende el aire acondicionado y ve a recorrer el camino de un día maravilloso y lleno de retos.

Las espero la próxima semana en un nuevo post
Mily Barba

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