Toyota Perú: ¿Líder poco convincente?

Para quienes revisamos continuamente los totales de vehículos ligeros vendidos anualmente en Perú, ya no sorprende ver a Toyota liderando las preferencias de los consumidores en un mercado automotriz que se ha achicado tornándose a la vez bastante dinámico y muy competitivo por comercializarse más de 1,700 modelos de todas las marcas. En cambio; si llama la atención el continuo avance del grupo automotor denominado “otras marcas”(OT), al tener resultados vendedores que por poco doblan a los de la nipona Toyota, líder del sector.

Al revisar los consolidados del 2019, Toyota Perú sólo vendió 29,799 vehículos, mientras que el grupo OT, logró un acumulado de 44,850 unidades matriculadas, esta cantidad muestra que la automotriz líder entregó a sus clientes 15,051 vehículos menos que OT, es decir 33.56% por debajo de lo logrado por este conjunto de automotrices que gracias a su permanente evolución ascendente redefiniré como “Nuevos líderes” (NL) en lugar de OT.

Similar situación ocurrió el 2018, donde los NL entregaron 40,796 unidades, acumulado superior en 12,348 vehículos a los 28,448 carros matriculados por Toyota y 30.27% menos que los NL.

El 2017 , las entregas de los NL cerraron en 38,953 carros, un cercano 24% encima de la automotriz peruana que lidera el top ten que solo registró 29,624 ventas y 9,329 unidades menos que los NL, resultados que desde mi punto de vista hacen que lidere el mercado de livianos desde hace buen rato.

Esta muestra tomada de los 3 últimos períodos comprendidos entre el 2017  y el 2019 es un claro indicador de la pérdida del volumen transado por la marca Toyota en Perú que no logra imponerse a esta agrupación de empresas automotrices y desde ya  fuertes competidores.

Si asumimos, como  hipotético el ingreso de una corporación reitelera que los administre como una sola empresa dotado de un gran portafolio de productos, definitivamente el dominio de los NL será total.

Por otro lado, sin necesidad de avizorar este escenario; los cambios en las posiciones del top ten vienen ocurriendo desde más de dos décadas cuando antes de ingresar al 2000 sólo competían Toyota, Nissan y VW, cuyas ubicaciones variaron con el crecimiento y expansión de las coreanas Hyundai y Kia, que se adueñaron del  segundo y tercer puesto respectivamente, en un top ten que no compite por calidad o tecnología sino por volumen en unidades vendidas de la mano de la variable precio.

Así es como vemos a Toyota junto a los demás  representantes, importadores y concesionarios automotrices, quienes antes de culminar el año o iniciando el siguiente, inclusive hasta finalizando el primer trimestre de cada año, desarrollan campañas publi- promocionales anunciando permanentes y continuos descuentos que no cesarán mientras en sus almacenes hayan saldos de productos que en algunos casos ya fueron renovados por la nueva generación de modelos que lanzó mundialmente tal o cual fabricante, mucho más por aquellos que en un afán por expandir sus mercados globales producen vehículos mejores estéticamente, pero cada vez con ciclos de vida más cortos e importados a Perú en muchos casos todavía con baja, poca o nula seguridad total.

Este es el panorama en el cual Toyota se mantiene adelante como representando a las 10 primeras automotrices que conforman el privilegiado top ten peruano, aún cuando las estadísticas muestren en términos reales un decrecimiento del volumen total de ventas logrado en suelo inca.

El nivel de matriculaciones de vehículos nuevos, prácticamente estancado o sin crecer salvo ligeros “chispazos” de avances en tal o cual año, ocurre desde aproximadamente una década atrás pero en ningún caso se aproxima a las cercanas 200 mil unidades logradas el 2013, considerado el pico vendedor más alto del sector, cifra que pese a continuos descuentos, rebajas y promociones de precios buscando hacer crecer el mercado lo único que se ha conseguido es incrementar el proceso de sustitución de marcas, elección que depende de mejores precios finales en los productos, repuestos y servicios post-venta.

Esta es la razón del título de este post, y donde  Toyota Perú, no actuaría como un verdadero líder, a pesar de que en los últimos años su market share ha mostrado variaciones positivas que resultan de un mercado “encogido” o disminuido en términos reales.

Si consideramos al 2013 como el período más eficiente, y lo comparamos con los anteriores y siguientes años, veremos que esa expansión automotriz fue producto del crecimiento del PBI peruano que avanzó de la mano de los mejores precios de los minerales.

Toyota Perú, al parecer se siente segura de los resultados obtenidos basados en una fuerte diferencia en ventas respecto a Hyundai y Kia mucho más con los otros 7 integrantes del top ten por haberles sacado bastante ventaja en volúmenes de entregas.

Sin embargo, es posible que no se haya percatado que dentro del grupo de los NL se encuentran varias marcas Chinas como Changán, que en los dos últimos años, cual deportista dio el “salto con garrocha” para posicionarse el 2018 en el décimo sitio y el 2019 al ascender al noveno escalón de este grupo de las “10 grandes”, junto a las ubicadas en los lugares sétimo, octavo y décimo al competir fuertemente retiraron a Mazda de este top ten e impidieron a la vez, que la alemana VW, pudiera escalar del octavo lugar para en su defecto caer a un décimo  y hasta vergonzante último sitio, sobre todo por ser una firma con muchos años de presencia en el mercado nacional y donde fue la tercera marca.

 

 

Así como Changán, las demás marcas Chinas  expandirán su presencia y niveles de ventas  por contar con reducidos precios en sus vehículos, repuestos y costos de mantenimientos y lo harán de manera similar a como crecieron las coreanas en aproximadamente una década, para juntas superar en total de ventas a un líder que no pareciera serlo porque por ejemplo todavía sus vehículos usan aceites minerales en cada recambio cuando globalmente se usan aceites sintéticos y lo peor es que exigen que los servicios se lleven a cabo en sus talleres para no perder las garantías cuando lo que el usuario puede hacer es comprar los repuestos originales y reemplazarlos en talleres externos sin penalizarlos con la eliminación de la garantía de fábrica, proceso que otras marcas como Chevrolet realizan en Brasil y otros países de la región pero no en Perú.

De esta manera, cada consumidor abarataría sus servicios de rutina y la marca nipona pasaría de ser un líder poco  convincente a un generador de lealtad total a la marca.

¿Ustedes que opinan?

Los espero en el siguiente post

Juan Távara Balladares

www.carrosok.com

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