Reunidos más de 250 mil aficionados, en Le Mans esperaba algo grande. Antes del inicio de la mítica carrera de 24 horas, Alpine había anunciado en las redes sociales una sorpresa.
En medio de ensordecedores aplausos, a las 13:35 el consejero delegado de Alpine Bernard Ollivier izó la bandera francesa para anunciar la “Alpine Célébration” 60 años de participación en el deporte del motor.
Anthony Villain, jefe de diseño de Alpine: “Vimos el espectáculo Alpine Célébration como el mayor tributo para celebrar los sesenta años de estilo alpino y la pasión del deporte del motor. Cada mínimo detalle llamó la atención meticulosamente. Queríamos llegar al corazón de un amplio público.
Para transmitir estilo y sensaciones inimitables de Alpine, pensamos que sería apropiado tener el carro funcionando en la pista de carreras en condiciones similares de la vida real, en un entorno que representa la leyenda del deporte del motor Francés. No había mejor escaparate que el 24 horas del circuito en Le Mans”.
Alpine Célébration refleja claramente la composición genética de sus ancianos legendarios.
Los faros dobles enmascarados y lámparas centrales circulares son una clara referencia al A110. Las ruedas se inspiran en el A110 y el A310 de los años setenta, que muestra los discos de frenos de generosas dimensiones y pinzas de color naranja, como en el Alpine VGT.
Pero mientras dibuja con orgullo el estilo y los valores familiares, el carro de la demostración es sin duda el futuro de aspecto que sintoniza con su época. Destacan característicamente el spoiler, alféizares, difusor, respiraderos traseros y espejos retrovisores. Alpine, está en movimiento ahora. Con repeticiones estilísticas y homenajes a un pasado glorioso, dos carros de concepto dan una visión tentadora de espera.