El 13 de mayo de 1950, al nacer el campeonato mundial de Fórmula 1, cuatro “158”, Alfetta monoplazas ingresaron a la pista en Inglaterra, Silverstone. Giuseppe “Nino” Farina consiguió el primer título de campeón del mundo al final de la temporada. El Alfetta 158, prestigioso carro del museo histórico de Alfa Romeo es uno de los ejemplares más preciados por su importancia histórica deportiva mundial. Además de Farina, Alfa Romeo consiguió dos lugares más en el podio. Durante la temporada el trío Farina-Fagioli-Fangio fue apodado por el público como “el 3F” que puso en alto el nombre de Italia en el automovilismo internacional, en un momento histórico delicado para el país y para Alfa
Llegaron luego, el “Gran Premio de Gran Bretaña”, “III RAC GP de Gran Bretaña” titulado el “Gran Premio de Europa” que se corrió en la pista de Northamptonshire configurado en 1948 en Silverstone, a 40 millas al norte de Londres, pista que nació de un antiguo campo de aviación de la Real Fuerza Aérea que se convirtió en uno de los más espectaculares escenarios de la F1.
Inició así, una nueva era en el mundo de las carreras. En las décadas siguientes, la Fórmula 1 se convirtió en la categoría más seguida por el público, verdadero fenómeno “global” que le generó incluso a Alfa Romeo un camino de expansión comercial y fama internacional. Al regularse la F1, permitió equipar carros con motores sobrealimentados y potencia atmosférica de 1,5 litros compresor o 4.5 litros, ocho cilindros en línea, 195 HP en ’38, alcanzando 300 HP en desarrollos posteriores. En 1951, al pasar del 158 al 159, el motor alcanzó una potencia máxima de 425 CV (450 en la prueba), gracias a un compresor en la etapa dos y toda una serie de mejoras. El reglamento no establecía límite al peso de los carros, ni a la cantidad de combustible a bordo.
La supremacía del 158 en Silverstone supone un alto valor simbólico para Alfa Romeo. Los logros deportivos del Alfetta determinaron una fuerza impulsora para el renacimiento de Alfa, creadas por las dificultades, daños y perjuicios de la guerra mundial que dejó huella. En 1951, después que Fangio ganara el segundo campeonato mundial con el “159”, Alfa Romeo se retiró oficialmente de la competición para concentrar a su personal y equipo en la producción en serie.