El desafío de los vehículos eléctricos baratos de China
Los fabricantes de automóviles tradicionales que han luchado durante una década para igualar las ricas características impulsadas por software de los vehículos eléctricos de Tesla ahora tienen un nuevo motivo de alarma: los vehículos eléctricos chinos que ofrecen muchas de las mismas características sorprendentes a un costo mucho menor.
Con el ritmo de crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos desacelerándose y cada vez más vehículos eléctricos chinos subiendo a barcos para exportación, los fabricantes de automóviles establecidos están redoblando esfuerzos para reducir los costos en porcentajes de dos dígitos.
Esto es una amenaza para los ingenieros y trabajadores de producción en los países productores de automóviles de alto costo. Pero es una bonanza potencial para las empresas que desarrollan tecnología que puede ayudar a los fabricantes de automóviles a reducir el tamaño y el peso de las baterías de los vehículos eléctricos, el principal factor del coste de un vehículo eléctrico, informan los colegas de Reuters Paul Lienert y Nick Carey.
Los fabricantes de automóviles occidentales también se están asociando con fabricantes chinos de vehículos eléctricos (como lo han hecho recientemente Stellantis y Volkswagen) o con CATL de China para obtener acceso a tecnología de baterías de bajo costo.
Podrían estar en camino más acuerdos de costos compartidos entre empresas. Renault y Volkswagen están estudiando colaborar en un vehículo eléctrico de bajo coste, informó el viernes el periódico alemán Handelsblatt. (GM y Honda, por el contrario, descartaron un plan de 5 mil millones de dólares para colaborar en vehículos eléctricos de bajo costo).
Los formuladores de políticas en Estados Unidos y Europa están furiosos por la influencia de China sobre la tecnología de vehículos eléctricos y han amenazado con erigir barreras más altas a las exportaciones chinas de vehículos eléctricos y tecnología de baterías. En respuesta, China está luchando contra las políticas destinadas a excluir a sus empresas de las cadenas de suministro de vehículos eléctricos.
