Bill Ford interviene, la huelga del UAW continúa
El presidente de Ford, Bill Ford, salió a un segundo plano el lunes por la mañana para utilizar su estatura como el alto ejecutivo con más años de servicio en la industria automotriz –y sus largas relaciones personales con muchos líderes de United Auto Workers en Ford– para tratar de romper el estancamiento laboral que le está costando a su compañía un estimado de $44 millones por día.
Ford cubrió mucho terreno durante una charla celebrada en el histórico complejo de ensamblaje Rouge del fabricante de automóviles. El núcleo del mensaje que envió al presidente del UAW, Shawn Fain, y por encima de su cabeza a los trabajadores del UAW de Ford, fue el siguiente: “A Toyota, Honda, Tesla y otros les encanta esta huelga porque saben que cuanto más dure, mejor será”. para ellos.” (Sus comentarios completos preparados están aquí).
La directora ejecutiva de General Motors, Mary Barra, y el director ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, hablarán por sí mismos, pero probablemente estarían de acuerdo con Bill Ford en ese punto.
Las huelgas son estresantes para los miembros del UAW. Ford y Stellantis despidieron a más trabajadores a fines de la semana pasada, diciendo que sus operaciones se quedaron sin trabajo porque las plantas de ensamblaje que suministran fueron cerradas por huelgas.
Aun así, mucho menos de la mitad de los 150.000 trabajadores del UAW en General Motors, Ford y Stellantis están en huelga desde el mediodía del lunes. Fain todavía tiene capacidad para escalar la situación y ha dicho que podrían producirse más huelgas en cualquier momento si los fabricantes de automóviles no “se ponen de pie”.
La campaña de huelgas selectivas de 32 días del UAW también está ejerciendo presión sobre los planes de inversión a largo plazo de los Tres Fabricantes de automóviles de Detroit y generando dudas sobre las promesas que han hecho de devolver más efectivo a los accionistas.
Fain le dijo a Ford la semana pasada que “vaya a buscar la chequera grande” si quiere poner fin a la huelga. Sin camionetas Super Duty Ford saliendo de las líneas de ensamblaje, la chequera de Bill Ford es cada día más pequeña.
