Luego de trascender que Richard Taylor, un amigo muy cercano al fallecido actor de la saga Rápidos y furiosos, Paul Walker se quedó con siete autos que le pertenecían al estadounidense, los representantes del actor demandaron a Taylor, para exigir la devolución del Porsche GT3 RS y otros seis autos de lujo que eran propiedad del intérprete, según el diario británico The Guardian. Además, en dicho proceso se señala que en caso que los vehículos no sean devueltos se pedirá una remuneración económica por el valor de los automóviles. Como se recuerda, el 30 de Noviembre de 2013, el actor de 40 años viajaba por el sector de Valencia en Santa Clarita, al norte de la ciudad de Los Angeles, en un Porsche Carrera GT, cuando su amigo y asesor financiero Roger Rodas perdió el control del automóvil, que se estrelló contra un poste y un árbol, para luego estallar en llamas. Antes de la colisión, que ocurrió pasadas las 15.30 horas del sábado, habían asistido a un evento de caridad, para recaudar fondos para ayudar a las víctimas del tifón de Filipinas a través de Reach Out Worldwide.