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Historia de cómo conquistó Hollywood el Giulietta Spider de Alfa Romeo

«Es un coche que lo perdona todo. Y también es muy bonito». Esas fueron las palabras de un gentleman de excepción acerca del Duetto: el legendario Steve McQueen, en el verano de 1966, después de haber sido invitado por Sports Illustrated para probar el spider italiano junto con otros amigos apasionados de la velocidad. El modelo que condujo fue uno de los primeros Alfa Romeo 1600 Spider que desembarcaron en los EE. UU., después de su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra unos meses antes. Con pocas palabras, la opinión de McQueen resume la esencia del Duetto y la singularidad de Alfa Romeo: placer de conducción y belleza en estado puro.

 

Técnicamente, la suya era una opinión autorizada. Steve McQueen coleccionaba superdeportivos y era un hábil piloto, que terminó segundo en su categoría en las 12 Horas de Sebring de 1970, haciendo pareja con Peter Revson.

Un año después, un joven Dustin Hoffman conducía un Duetto a toda velocidad con la música de Simon&Garfunkel en el inolvidable «El graduado». Imágenes emblemáticas que forman parte de la historia del cine y dan paso a un auténtico filón, el Duetto se utilizó en cientos de películas de cine y la televisión, convirtiéndose en un objeto de culto por derecho propio. También el campeón mundial de los pesos pesados, Muhammad Ali tenía un Duetto: adaptando su famoso lema «Muévete como una mariposa, pica como una abeja» (del inglés, Float like a butterfly, sting like a bee), personaliza su matrícula con «Ali Bee».

Así fue como el Duetto se convirtió en una estrella internacional. Mientras tanto, echemos un vistazo atrás en el tiempo a las raíces del Duetto: la innovación técnica del Giulia y el carisma del Giulietta Spider.

Nacido para descubrir América

La historia del Giulietta Spider también incluye a un protagonista llamado Hoffman. No el actor Dustin, sino el empresario Max Edwin Hoffman: un ex piloto de carreras, obligado por los nazis a abandonar Austria para irse a los Estados Unidos, que en pocos años se convirtió en el importador estadounidense de referencia para los fabricantes de automóviles europeos.

Max era mucho más que un simple «comerciante»: tenía un profundo conocimiento del mercado. Aconsejaba las políticas comerciales, solicitaba modelos específicos, recomendaba cambios en el estilo y contribuyó con sus consejos a la creación de algunos de los coches deportivos más admirados de la historia. Uno de los ellos fue el Giulietta Spider.

El Spider se convirtió en una obsesión para Hoffmann. Empezó a pedir el coche a Alfa Romeo en 1954, inmediatamente después del lanzamiento del Giulietta Sprint. Pensaba que se iba a convertir en el coche perfecto para la costa del Pacífico, convencido de que todos en Hollywood querrían uno. Estaba tan seguro de su éxito que dijo que estaba dispuesto a comprar varios cientos incluso antes de haber visto los diseños definitivos.

La Bella Signorina

Hoffman logró convencer a Francesco Quaroni y Rudolf Hruska, y el proyecto se puso en marcha. Bertone y Pinin Farina, los dos diseñadores del momento, compitieron por el proyecto. A Bertone se le ocurrió una versión extrema, heredera del concepto «2000 Sportiva» de Franco Scaglione: frontal puntiagudo, faros carenados y aletas traseras. La propuesta de Pinin Farina fue diseñada por Franco Martinengo, y se eligió por la elegancia y el equilibrio clásico de sus formas.

La «bella signorina», como fue descrito por Pinin Farina, surgió con un parabrisas panorámico y ventanillas laterales correderas. Tampoco tenía manilla en el interior de la puerta: se abría con una cuerda. Solo más tarde llegarían un parabrisas tradicional, ventanillas laterales descendentes, paneles de puertas equipados, capota plegable, manillas exteriores y nuevos interiores.

Un concepto de deportivo puro, confirmado por sus prestaciones extremadamente brillantes. El Spider montaba el motor del Giulietta: un cuatro cilindros en línea de 1290 cm³, que desarrollaba 65 CV e impulsaba el automóvil hasta los 155 km/h. La potencia siguió aumentando en versiones posteriores, comenzando con el Spider Veloce de 80 CV de 1958.

Flexible, juvenil y rápido. Y también bonito. El cine adoraba al Giulietta Spider: Fellini le dio un papel en «La Dolce Vita», Antonioni lo eligió como el automóvil de Alain Delon en «El eclipse». Se convirtió en un símbolo de estatus: adorado por los famosos y deseado por todos.

Made in Italy

Llegó el momento de dar un heredero al Giulietta Spider. Luraghi y su equipo sabían que fabricar un automóvil excelente no sería suficiente: era necesario recrear el mismo carisma. Su presentación tenía que ser un evento importante: una ceremonia solemne, entre una investidura y una coronación.

Alfa Romeo pensaba a lo grande. Para el lanzamiento en Estados Unidos, organizó un crucero transatlántico de lujo, invitando a los famosos más exclusivos del mundo del espectáculo, el deporte y la moda. A bordo iban 1300 celebridades, incluidos Vittorio Gassman, Rossella Falk y la soprano Anna Moffo. El transatlántico italiano Raffaello navegó de Génova a Nueva York, con una escala en Cannes con motivo del Festival de Cine. Durante todo el crucero, tres ejemplares del nuevo Spider se exhibieron en el puente del barco: uno verde, uno blanco y otro rojo. Subrayando repetidamente la naturaleza italiana de su producto, Alfa Romeo anticipó el eslogan de comunicación del «Made in Italy» en más de una década.

El legado técnico del Giulia

El Alfa Romeo Spider 1600 surgió de la plataforma del Giulia, con la distancia entre ejes reducida a 2250 mm; la mecánica era la de su contemporáneo Giulia Sprint GT Veloce (una evolución del Sprint GT). En su lanzamiento, el Duetto estaba equipado con el clásico motor de 4 cilindros y dos árboles de levas, con 1570 cm³ y de aleación ligera, capaz de transmitir 108 CV a las ruedas con un peso en seco de menos de 1000 kilos. Alcanzaba una velocidad máxima de 185 km/h.

¿«Duetto» o «Hueso de sepia»?

Encontrar un nombre para la modelo fue una historia en sí misma. Se organizó un concurso de premios en colaboración con todos los concesionarios de Europa. Ganó el nombre «Duetto», pero surgió un problema con los derechos (debido a una galleta de chocolate con el mismo nombre), y esto requirió que el automóvil se lanzara como «Alfa Romeo Spider 1600».

Pero el nombre Duetto siguió en segundo plano y se consolidó en la memoria de los fans, convirtiéndose en el apodo común de todas las generaciones del vehículo, como el Spider de 1966, el primero de la serie y la última obra maestra de Battista Pinin Farina, apodado «Osso di Seppia» (Hueso de sepia) debido a su forma elipsoidal, con frente y parte trasera redondeados, lados convexos y una línea de cintura muy baja. El segundo fue el «Coda Tronca» (Cola truncada) de 1969, que se caracterizaba por el corte aerodinámico de su parte trasera. El tercero fue el «Aerodinamica» de 1983, llamado así gracias a sus múltiples pruebas en el túnel de viento. En 1989 llegó la última generación, la llamada «IV Serie», un automóvil de líneas limpias y aerodinámicas, de alguna manera un retorno a sus orígenes.

Cuatro generaciones y más de 124.000 unidades producidas en 28 años: el «Duetto» disfrutó de la vida útil más larga de todos los modelos Alfa Romeo.

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