¿Quién dice que en Jauja no pueden aterrizar cuatrimotores?

Ahora que está de candente actualidad el caso del aeropuerto de Jauja y se habla de sus limitaciones,  es bueno recordar que hacen 37 años, en la década del 60, un gigantesco cuatrimotor (para la época) modelo Constellation ,aterrizó en sus casi vírgenes pistas causando admiración y asombro entre los sorprendidos jaujinos.
Este cuatrimotor pertenecía a la desaparecida aerolínea peruana LANSA del también extinto líder aerocomercial Alfonso Pardo, quien quiso demostrar que sí era posible aterrizar una aeronave de esta envergadura en Jauja-Tambo, que era  así como se llamaba antes de tomar el nombre del sacerdote francés Francisco Carlé, su principal propulsor en vida.
Claro que para semejante hazaña era necesario disponer de un piloto con suficiente experiencia y agallas como las que tenía Elmer Kiss, veterano aviador alemán de la Segunda Guerra Mundial, quien logró posar su avión casi besando su proa con el cerro
En aquella época el cuatrimotor  a hélice, de LANSA cubrió la ruta Lima-Jauja en 30 minutos, quedando demostrado que sí era posible utilizar el aeropuerto de Jauja para grandes aviones. Ahora que se cuenta con modernas aeronaves impulsadas con turbinas y mejores tecnologías, acaso se puede desdeñar la capacidad del aeropuerto de Jauja para recibir estas aeronaves…?
Ah, por si acaso,  aparte de don Alfonso Pardo y el piloto alemán, también formaban parte de los ocupantes del Constellation, el copiloto Pablo Murillo,  el capitán Genaro Lara, un gerente de apellido Bazo y el autor de esta nota, a la sazón redactor de aeropuertos del diario El Comercio y ahora en AERONOTICIAS, Raymundo Hurtado Martínez.

admin