Una de las razones por las cuales no solo en Perú sino en América Latina y el Caribe el sector automotriz todavía importa y comercializa vehículos livianos compactos con ineficaz seguridad activa y pasiva radicaría en la inexistencia de un reglamento que exija homologarlos, que de aplicarse veríamos rodando en toda la región unidades que cumpliendo altos estándares protectores reduciría sobradamente el riesgo de perder la vida de las personas.
Cuando las Asociaciones Automotrices de la región latinoamericano, mucho más en Perú con la Asociación Automotriz del Perú (AAP) superponga la defensa de la vida a la comercialización del juego de placas de rodaje que se necesitan para matricular cualquier vehículo y sin excluirla, exija a todos sus asociados importen solo unidades que al certificarse por equipar partes más que óptimas en protección para el conductor, demás pasajeros y para los peatones, el sector automotriz peruano habría dado cumplimiento a lo establecido en el artículo 2° del capítulo I: “De los derechos fundamentales de la persona” de nuestra carta magna, que dice: «Toda persona tiene derecho: 1.-A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física…… derecho que quedaría como legítimo y de mayor valor.
Por el lado de los países pobres, emergentes y demás dentro de nuestra periferia, mientras no adopten políticas drásticas para erradicar el patrón de configuración deficiente y casi nulo en seguridad sobre todo en vehículos compactos altamente vulnerables, el esquema de fabricación regional de las marcas tenderá hacia lo que todos hagan y en consecuencia seguiremos viendo por nuestros caminos y carreteras, vehículos que frente a la eventualidad de un accidente la probabilidad de perder la vida será siempre muy alta.
Desde esta y otras plataformas continuaré reclamando para que el sector vire hacia una óptimna configuración vehicular de forma tal que sin considerar los bajos precios de las unidades automotrices, estas se ofrezcan con no menos de dos e inclusive cuatro bolsas de aire, con sistemas de alta eficiencia en el frenado, con estructuras menos vulnerables en los postes laterales de las carrocerías y con otros componentes más de alta fiabilidad protectora; para que al renovarse los parques automotores circulen vehículos confiables donde menos personas se afecten cuando se generen accidentes o choques que ocurren casi siempre de manera fortuita.
En ese nuevo escenario que estoy seguro está próximo a ocurrir, además de vender más vehículos que Honduras, Paraguay, Costa Rica, Uruguay y Ecuador, aunque Perú matricule menos carros que Colombia, Chile, Argentina, México y Brasil , nos pondríamos delante de todos ellos, igualaríamos y buscaríamos superar a Chile que creciendo menos en PBI y en otras variables macro económicas que nosotros, por el momento nos lleva la delantera en cuanto a homologación en seguridad automotriz se refiere.
Estimo que, si Perú tomara la iniciativa del cambio y la entidad que aglutina a todas las marcas dejara de actuar como un mero espectador, a nivel regional todas las constructoras automotrices se ajustarían a este nuevo marco e iniciarían un proceso fabril diferente al actual configurándose unidades vehiculares con patrones de alta eficiencia protectora.
Posición que no pude apreciar en la intervención que invito a revisar en el audio de las declaraciones del actual presidente de la AAP, Sr. Armando Negri Piérola al celebrar los 94 años de vida institucional del gremio automotor inca, donde sin dejar de ser importante considera como muy relevante el haber sido elegidos por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para dedicarse a la fabricación de placas de rodaje reemplazando hace 10 años a la entidad que llevaba a cabo este proceso.
Los espero en el siguiente post
Juan Távara Balladares
www.carrosok.com
¡¡Autoridad automotriz!!