La mayoría de conductores desconocemos la forma de calcular la vida útil de un neumático. Se cree que la fecha de fabricación, grabada en uno de los lados de la llanta, marca el arranque de su vida útil, por lo que se desechan cubiertas más antiguas.
Debemos tener en cuenta que la fecha de fabricación no guarda relación con su caducidad y no indica su eficacia. La vida útil comienza cuando el neumático se instala en el automóvil. Desde entonces, las cubiertas deberán examinarse detenidamente por profesionales una vez cumplidos sus primeros 6 años de vida, con independencia del número de km acumulados y siempre que la profundidad de los canales de su banda de rodadura no baje de 1,6 mm, lo que confirmaría el final de su carrera. Ésto permitirá validar su continuidad o no. Con todo, aunque el estado físico de los neumáticos sea correcto no se recomienda seguir usándolos más allá de los 10 años.
