Buena noticia. Los dispositivos de seguridad esenciales en los vehículos nuevos, como frenos ABS o control de estabilidad de la unidad (ESC), podrían ser incorporados —de manera obligatoria— por las fábricas automotrices en un plazo de tres años y no de manera inmediata tras la aprobación de la norma mexicana, que acordó la industria y el gobierno federal.
A pesar de que organizaciones civiles piden que las fábricas construyan vehículos con todas las medidas de seguridad para evitar accidentes y prevenir muertes en México—como se exige en todo el mundo—, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, precisó que se trabaja con la industria para que todos los vehículos ensamblados en el territorio mexicano cumplan con dichas medidas; sin embargo, comentó que es parte de un proceso de producción, en el que las marcas deberán incorporar los dispositivos de acuerdo con los procesos de producción que ya están definidos para los siguientes años.
“Estamos trabajando con la industria, porque todos los temas de seguridad tienen una planeación en la línea de producción, si lo hacemos vigente para los modelos 2015 dejaríamos fuera muchas cosas”, además de que las inversiones ya están definidas para el ensamble de cada producto.
Se prevé que la NMX 194 se concluya a principios del 2016, pues aún se discuten aspectos técnicos, y a partir de esa fecha se ajusten las líneas de producción para incluir dispositivos de seguridad en las unidades austeras, lo que posiblemente lleve a elevar su precio.
Los autos más vendidos en México, aunque inseguros, son Tsuru, de Nissan, que no cuenta con dispositivos de seguridad indispensables, ni siquiera en sus versiones equipadas; le sigue el Aveo, de GM, que es la unidad más comercializada en el país, además del Jetta clásico de VW.
Agradecimiento: El Economista
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