El cuello de un niño está en desarrollo y no es tan fuerte como el cuello de un adulto. También la cabeza es proporcionalmente mayor que la de un adulto. Por lo tanto, los niños necesitan cuidados especiales, como ser ubicados en la parte trasera del vehículo hasta los cuatro años de edad. Al viajar mirando hacia atrás las fuerzas de choque se distribuyen en la espalda y la cabeza, lo que reduce la carga en el cuello en impactos frontales.
Las diferencias anatómicas entre niños y adultos se tienen muy en cuenta en el desarrollo de la seguridad infantil de Volvo Cars – de características incorporadas, así como accesorios. Es de suma importancia conocer que los niños no son versiones pequeñas de los adultos, por lo que los niños necesitan restricciones especiales cuando viajan en automóviles.
“La cabeza de un niño pesa mucho más en proporción con el cuerpo y el cuello es débil. Es por ello que estamos convencidos de que los niños deben viajar con sistemas de retención infantil orientados hacia atrás hasta los tres y cuatro años de edad”, dice Lotta Jakobsson, Especialista de Seguridad para Niños de Volvo Cars.
En un impacto frontal todo el cuerpo de un niño que mira hacia atrás es compatible, lo que minimiza los movimientos relativos entre la cabeza y el torso, dice Lotta Jakobsson.
Desde hace más de 35 años, Volvo Cars realiza una amplia investigación sobre la base de accidentes de la vida real. Estos estudios muestran sin lugar a dudas de que la forma más segura para los niños pequeños para viajar en automóviles en la parte trasera.
