Los 9.500 millones de dólares de Toyota “Te lo dije”
Toyota obtuvo resultados financieros sorprendentes para el trimestre de julio a septiembre, superando las expectativas de los inversores con una ganancia operativa equivalente a 9.500 millones de dólares, más de lo que ganó General Motors en los últimos nueve meses.
El fabricante de automóviles número uno del mundo por ventas –aunque ya no por valor de mercado– parece estar nuevamente en números negros. Se trata de malas noticias para Volkswagen y para los tres fabricantes de automóviles de Detroit, cuya desventaja en materia de costos de producción en Estados Unidos frente a Toyota está a punto de ampliarse aún más gracias a contratos sindicales más ricos y a la caída del valor de la moneda japonesa, lo que hace que las ganancias en dólares sean mayores cuando Toyota los coloca en el banco en casa.
Un ejemplo de la amenaza que un Toyota renaciente representa para los Tres de Detroit: el anuncio de Toyota de que invertirá 8.000 millones de dólares más para ampliar una planta de baterías híbridas y para vehículos eléctricos en Carolina del Norte. Esto se debe a que GM y Ford están frenando las inversiones en vehículos eléctricos en respuesta a la desaceleración de las ventas y la aceleración de las pérdidas.
Hace apenas un año, Toyota y el entonces director ejecutivo Akio Toyoda fueron criticados por negarse a seguir a Tesla y sus rivales heredados como Volkswagen y GM al apostar por los vehículos eléctricos.
Dentro de la empresa, los ejecutivos se dieron cuenta de que se habían quedado atrás con respecto a los avances de Tesla en tecnología de fabricación, una alarmante llamada de atención para el fabricante de automóviles que inventó los modernos sistemas de “producción ajustada”.
Toyoda subió las escaleras y nombró a su protegido Koji Sato para liderar un reinicio de la estrategia de los vehículos eléctricos. Pero Toyoda no abandonó su opinión de que la carrera de alto costo de la industria por desechar los vehículos híbridos y de combustión fue un error.
Ahora, los antiguos rivales de Toyoda están adoptando su punto de vista, aunque no lo digan exactamente así.
El director general de Volkswagen, Oliver Blume, dijo el miércoles que el fabricante de automóviles alemán no necesita otra gigafábrica de baterías en este momento debido al debilitamiento de la demanda.
El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, ex ejecutivo de Toyota, está reactivando la inversión en híbridos a medida que las ventas de la F-150 Lightning eléctrica no cumplen con las ambiciosas expectativas.
Es hora de descargos de responsabilidad: Toyota todavía enfrenta grandes desafíos en China, donde la demanda de vehículos eléctricos es fuerte y las empresas nacionales de vehículos eléctricos como BYD están avanzando.
Toyota tendrá que ofrecer más vehículos eléctricos para cumplir con las regulaciones climáticas, y los resultados del reinicio de su estrategia de electrificación no estarán claros hasta dentro de varios años. Tesla y BYD siguen siendo competidores formidables. Volkswagen, Stellantis, GM y Ford podrían recuperar su equilibrio, como lo han hecho en el pasado.
Los espectaculares resultados del 1 de noviembre podrían ser el comienzo de un resurgimiento de Toyota a largo plazo. También podrían llegar a ser un punto máximo.