La tercera y última etapa oceánica de The Ocean Race Europe ha vivido un emocionante desenlace en plena madrugada del jueves, en el que el equipo portugués Mirpuri Foundation Racing Team, con el español Willy Altadill como jefe de guardia, logró la victoria llegando desde atrás en la clase VO65 en la meta de Génova.
La noche estaba aún completamente cerrada cuando el equipo portugués, liderado por el reconocido patrón oceánico francés Yoann Richomme, concluyó a las 00:51:57 hora local la etapa mediterránea de 600 millas/1100 kilómetros desde Alicante, después de tres días y medio de competición con vientos predominantemente flojos y variables.
Horas antes, la tripulación de Richomme, que comenzaba la tercera etapa empatada a 11 puntos con el AkzoNobel Ocean Racing en cabeza de la clasificación en los VO65, navegaba en tercer lugar, 10 millas por detrás del líder de la flota, el Sailing Poland (POL) patroneado por Bouwe Bekking (NED) y con el canario Simbag Quiroga en sus filas, y cuatro millas náuticas por detrás del segundo clasificado, el Team Childhood I holandés, liderado por Simeon Tienpont.
Siguiendo las indicaciones de los partes meteorológicos, que decían que a lo largo de la costa italiana se desvanecería al caer la noche, el equipo portugués tomó la decisión de virar en busca del vientos mar adentro. Fue un movimiento que al principio parecía arriesgado, ya que les alejaba del rumbo directo a la línea de meta.
La apuesta acabó dándoles un enorme beneficio y finalmente viraron hacia Génova con el mejor viento de la noche, y en un par de horas se habían puesto en cabeza.
“¡Vaya remontada!”, dijo Richomme exclamó poco después de la llegada. “Una etapa loca, loca, como si lleváramos dos semanas de navegación. Luchamos duro. Sabíamos que hasta la meta no se acabaría porque la llegada a Génova es complicada. Es más una partida de ajedrez que una navegación normal. Pero sabíamos que había un pequeño movimiento que hacer en el Golfo de Génova. Sabíamos que era el lado favorecido, pero todos los demás siguieron navegando dentro de la bahía. Pensamos que no nos iba a salir bien y luego, de repente, las cosas cambiaron. Sabíamos que estábamos en la posición correcta, pero no esperábamos superar al Poland Team y ganarlo, pensábamos luchar por el segundo puesto”.
Willy Altadill, jefe de guardia del equipo portugués, alababa la labor del navegante Nico Lunven. “Hemos estado ahí arriba en toda la etapa, peleando entre los tres primeros y en las últimas horas hemos pegado un golpe bueno. Queríamos ir por fuera también porque lo dijo Nico, nuestro navegante, y al final hemos sido primeros”.