Industria peruana se consolida
La desaceleración que el sector manufacturero atravesaba entre el 2014 y el 2016 estaría llegando a su fin, comportamiento que se evidencia a través de una serie de indicadores positivos, en donde agosto del 2018 registró un crecimiento anualizado del 1.4%, variación favorable que se mantiene por cuarto mes consecutivo.
El avance entre uno y otro año fue de 0.88% en agosto con un crecimiento que no se detuvo por quinto mes. Los meses de abril y mayo reportaron tasas de desarrollo superiores al 20% y cercano 11% respectivamente, consecuencia del repunte importante de la actividad pesquera que devino en un mejor desempeño de la actividad industrial primaria.
La escalada que la pesca presentó determinó una mayor elaboración y conservación de derivados de especies marinas, efecto que coincidió con un movimiento más alto en la actividad de producción de hidrocarburos, carnes, productos primarios de metales preciosos y refinación de otros metales.
Manufactura primaria y no primaria
Pronosticar la tendencia futura y el desempeño manufacturero implica analizar sus componentes primarios y no primarios.
Al observar el comportamiento de la serie anualizada de estos componentes, se verifica que, si bien el primario explica la recuperación de la industria en el último año, éste empezó a desacelerarse, a diferencia del no primario por ser menos volátil y mostró lenta pero sostenida aceleración en los tres últimos años, moviéndose al terreno positivo a partir de abril del 2018, y reportando a julio un avance del 2.07%.
Se advierte a la vez que recientemente hubo una mayor producción de bienes de consumo como prendas de vestir, artículos de papel y cartón, productos de panadería, fabricación de muebles y bebidas alcohólicas, también de bienes intermedios entre los que se fabrican productos metálicos para uso estructural y de cemento y otros productos más, así como bienes de capital: motores, generadores y aparatos de distribución de energía eléctrica y/o carrocerías para vehículos.
Financiamiento
En lo que corresponde al financiamiento bancario sin considerar el efecto cambiario dirigido a la industria manufacturera el monto de S/ 38,108 millones a agosto del 2018, representó un alza de 7.94% en términos interanuales. Cifra que demuestra una recuperación sostenida del crédito fabril desde julio de 2017, etapa en la que inicia a la vez una aceleración en su ritmo de crecimiento.
Estos resultados aparecen en un entorno de recuperación de la demanda interna en el país, con una inversión privada que avanza positivamente luego de una extensa caída ocurrida entre el 2014 y el 2016, situación originada al haberse recuperado la confianza empresarial y la mejora de las condiciones económicas externas.
Es necesario destacar que la industria es el segundo sector de mayor aporte al avance del financiamiento bancario total. Así, en agosto el avance total del crédito fue de 8.05% luego de sumar 1.8 puntos porcentuales (p.p.), inmediatamente debajo del comercio, que aportó 2.29 p.p.
Un factor importante detrás del avance del crédito a la industria en el octavo mes del 2018 fue el financiamiento dirigido a fabricación de alimentos y bebidas, actividad que significó 2.68 p.p. al avance interanual total de la manufactura de 7.94%.
Sobresale un bajo índice de morosidad, pese al bajo desempeño manufacturero en años recientes, con una mora que se mantuvo por debajo del 2.0% hasta mediados de 2017, y a julio de 2018, según datos disponibles de la SBS que llegó al 2.2%.
En el campo financiero, la banca privada peruana es la que más apoya a la manufactura nacional con créditos que representan el 96% del financiamiento total que recibe del sistema.
Balance y perspectivas
En adelante, es probable que ocurra una consolidación del avance de la manufactura no primaria, apoyada en la demanda interna, que seguiría mostrando tasas de variación positivas y crecientes.
En este panorama, inciden también los anuncios de inversión cercanos a los US$800 millones de dólares para el sector durante el periodo 2018-2019, de ponerse en marcha, la construcción de almacenes, centros de distribución y mejoras en infraestructura de Corporación Lindley, la ampliación de una planta en Pisco de Aceros Arequipa y la implementación de una mega planta en Chilca de Precor, empresa suministradora de suministros de acero para la construcción.
Esta perspectiva es determinante para establecer que la manufactura peruana continuará creciendo en el 2018 y el 2019, a tasas de entre 3.5% y 4% en cada año, explicadas fundamentalmente por las subramas primarias que seguirán recuperando dinamismo, en un ambiente en el que la demanda interna mantendrá su fortaleza.