Las baterías de hoy serán las de mañana
De 10 a más de 100 millones. Se espera que el número de vehículos eléctricos en las carreteras europeas se multiplique por diez para 2030. Esto hace que el suministro y el reciclaje de metales para baterías eléctricas sea un tema crucial.
Groupe Renault es el primer fabricante de automóviles que actúa sobre todo el ciclo de vida de la batería. Ha desarrollado una sólida experiencia para aumentar su durabilidad y ampliar sus usos.
Optimiza el ciclo de vida de las baterías
Todo comenzó en Flins, la planta más antigua de Renault aún en funcionamiento, donde, en 2011, se desarrolló el know-how industrial para reparar baterías para extender su vida útil. En la actualidad, esta experiencia se extiende a unos veinte centros en 17 países de Europa. Con el proyecto Re-Factory para convertir la planta de Flins en un sitio dedicado a la economía circular, el objetivo es alcanzar una capacidad de 20.000 reparaciones para 2030.
Saber reparar baterías es fundamental y ofrecerles una segunda vida fuera del vehículo es un nuevo paso adelante. Al igual que con los teléfonos inteligentes o las computadoras, las celdas de la batería pierden rendimiento después de 8 a 12 años. Sin embargo, al final de esta primera vida, aún pueden brindar nuevas oportunidades operativas. Groupe Renault y sus socios están experimentando con baterías de segunda vida, por ejemplo, para almacenar electricidad de energías renovables (eólica, solar, etc.). Estas iniciativas permiten restaurar las reservas de energía según sea necesario y posponer el reciclaje de baterías de 5 a 10 años.
Al final de una vida completa, llega la etapa de reciclaje. Durante más de 10 años, Groupe Renault ha reciclado sus baterías con la experiencia de Veolia, líder mundial en gestión optimizada de recursos. Una vez que se ha realizado el diagnóstico y se ha asegurado la batería, los componentes y las celdas de la batería se deconstruyen y trituran. Los metales se extraen y reutilizan en diversos procesos industriales.