Seguro te ha pasado que “de la nada” aparece un carro, una motocicleta o una bicicleta muy cerca a tu carril, pero tú no lo viste, aunque siempre estás atenta a los espejos retrovisores. Tranquila, porque esta situación se debe a los puntos ciegos existentes en todos los vehículos. Te cuento, que los puntos ciegos no son más que las zonas no alcanzadas por los espejos retrovisores; y generalmente son los marcos o bordes de la carrocería los cuales obstaculizan tu visión, pero también sucede con el parabrisas en ambos lados.