Personalización se validaría como sinónimo de tuning, tuneo o tunear,que es lo que muchos usuarios de vehículos realizan para imprimir un sello de exclusividad, distinción, o para diferenciarse de la gran mayoría de modelos similares.
En esta editorial buscaremos establecer si la personalización inducida mejoraría la performance o identidad del vehículo tuneado.
Si decidimos cambiar el disco duro, la placa o la memoria de un pc que usamos lo que esperamos es mejorar su rendimiento tanto en velocidad como en capacidad de almacenamiento entre otras funciones propias de los cambios realizados, si se opta por «chipear», o cambiar el chip o el «cerebro» de la computadora de un vehículo se consigue mejorar el rendimiento en potencia de la unidad la que cambiará desde una cantidad predeterminada de caballaje hacia otra superior, sin embargo cada vez que se abra el contacto del vehículo incluso antes de darle encendido el sistema leerá en automático los sensores y aparecerá la instrucción «check engine» condición que indica de un problema existente en el motor que ha ocurrido precisamente por haber cambiado el chip original por el nuevo; defecto que tal vez se corrija al escanear la unidad que en algunos casos desaparece pero en la mayoría se mantiene y habrá que acostumbrarse a verlo todos los días que se mantenga el nuevo chip.
Cuando cambiamos los aros y llantas originales por otras más anchas de perfil más bajo y aros de mayor medida buscamos mejorar la estética, mayor comodidad y menor resistencia a la dirección, lograríamos mayor estabilidad al ingresar a velocidad en curvas cerradas evitando que la «cola» del carro se levante en exceso o se mantenga y se pueda conducir a mayores velocidades, sin embargo estos cambios afectarían en las prestaciones generando una menor adherencia al piso, reducción de capacidad en la frenada y mayor consumo de combustible por haberse incrementado el peso, además de variar el costo inicial del vehículo y estar expuesto a malograr o distorsionar los neumáticos por la exagerada cantidad de reductores de velocidad , o «rompe-muelles» existentes en bastantes lugares de las ciudades.
Existen muchísimas otras formas para personalizar un carro y conseguir resultados a favor y a la vez en contra, lo óptimo sería encontrar el equilibrio que perjudique lo menos posible
Hasta la próxima
Juan Távara Balladares
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