Aviones de Pluna necesitan un servicio de mantenimiento que cuesta US$5 millones

La empresa que gane la subasta de los siete aviones de la ex Pluna, deberá, además de desembolsar como mínimo US$100 millones, asumir una lista importante de obligaciones para empezar a volar, como renegociar la deuda con el The Bank of Nova Scotia, las frecuencias con el Poder Ejecutivo y tomar 250 trabajadores de los que quedaron desempleados en un plazo de 60 días.
A todo ello, se suma que de inmediato el inversor deberá enviar a México a tres de los siete Bombardier CRJ 900 para realizarles una puesta a punto (un service) que tiene un costo estimado de US$5.000.000, informaron a El Observador fuentes oficiales.
Se trata de tres de las siete primeras aeronaves de las 13 que terminaron conformando la flota de la aerolínea de bandera uruguaya bajo la administración de la empresa Leadgate, que tenía 75% de las acciones.
Los tres aviones tienen que ser enviados a México, donde la empresa canadiense Bombardier tiene una de sus plantas de construcción y reparación, ya que han cumplido con el tiempo de vida útil estipulada para requerir una intervención profunda en su funcionamiento
La vida útil de los aviones se mide por horas de vuelo o “ciclos” de los motores, que se cumplen con un despegue y un aterrizaje, los momentos donde el avión tiene mayor esfuerzo. “Por hacer vuelos cortos, de pronto, se llega antes a los ciclos que a las horas de vuelo”, explicó una fuente del gobierno.
Cuando se cumple uno de los dos elementos, se debe realizar la puesta a punto.  Tal es así, que los trabajadores que el Poder Ejecutivo mantuvo en la plantilla de la exPluna para cumplir con el mantenimiento de la flota, han tenido especial cuidado en mover poco a esos aviones.
Cuando el Poder Ejecutivo acordó con el socio privado gestionar en minoría la aerolínea de bandera, Leadgate comprometió una capitalización de US$ 15 millones y la renovación de la flota, que a esa altura, en 2007, era vetusta y cara de operar. Cumplió con lo primero durante el primer año de gestión, y luego de largas negociaciones con organismos de crédito, los fabricantes y el gobierno, logró cerrar la operación para adquirir los siete primeros Bombardier CRJ 900 NextGen, con un préstamo del The Bank of Nova Scotia, por US$175 millones, y con la garantía soberana del Estado uruguayo.
Esos siete Bombardier, de los cuales ahora tres necesitan una puesta a punto, llegaron a Uruguay entre marzo y diciembre de 2008. Dos años después, Pluna S.A. decidió ampliar la flota. Introdujo a la canadiense Jazz como accionista, con quienes realizan una capitalización de US$20 millones, y luego, en 2011, concreta la segunda ampliación de la flota, esta vez, por el sistema leasing.
Según la memoria anual de 2011, los aviones de la ex Pluna completaron 18.107 aterrizajes.

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