Al finalizar el 2018, Renault Perú fue desbancada de entre los 10 primeros lugares que solo les corresponde a una élite de marcas que continuamente pugnan por mantenerse en este privilegiado lugar en un mercado masivo automotriz que continuará tornándose mucho más agresivo y altamente competitivo.
La magnitud del daño que se ocasiona a una marca o portafolio de productos por un mal manejo comercial y marketero, es posible no se pueda cuantificar por qué no solo se trata del hecho de retroceder en volúmenes de ventas sino porque no habrá forma, será muy difícil o hasta casi imposible recuperar los clientes que dejan la firma con todo lo que los ligaba a ella.
Este es el escenario actual de la francesa automotriz que destaca en F1 desarrollando motores que le permitan a la escudería McLaren con la cual corre con motor propio, demostrar el alto nivel tecnológico de sus vehículos.
Los daños colaterales que el anterior representante propinó a Renault Perú son muy fuertes consecuencia de no haberse planteado una política de largo plazo que hubiera evitado que la automotriz integrante de Nissan y Mitsubishi perdiera el sitial en el que se ubicaba, un décimo puesto que solo llegó hasta el pasado 2017, luego de haber descendido del noveno donde se ubicaba un año antes y que probablemente no lo recupere o le lleve entre 5 a 10 años rescatar el espacio arrebatado que las otras marcas que integran el top ten no cederán ni un milímetro para no perder lo logrado con mucho esfuerzo.
La política comercial para penetrar vía precios planteada por el actual representante de la marca representa la continuidad de lo que todas las marcas hacen, copian y siguen del que va adelante o con quien les interese competir, asumo no lograría los efectos esperados como lo he mencionado cientos de veces.
Uno entre muchos de los problemas que enfrenta el sector para ensanchar el mercado pese a que la industria bancaria ingresó hace mucho tiempo a la cancha automotriz para apalancar las transacciones automotrices, es el hecho que en los últimos tres años, el financiamiento vehicular muestra un retroceso pese a ser estos más permisivos y alcanzables
Al usar la variable precios para vender introduciendo promociones dejando de lado calidad genera guerra de precios, se reducen márgenes en pro de vender más para equilibrar la pérdida comercial, pero afectando al consumidor nacional al configurarse productos con escasa seguridad que debiera ser considerada prioritaria.
Los segmentos a los que llega Renault está fomado por un grueso grupo de compradores sin posibilidades de acceder al mercado financiero dado que no tendrían como demostrar sus ingresos consecuencia que en Perú, la informalidad laboral a setiembre 2018 se ubicó en 73% con más de 12 millones de trabajadores informales.
La otra variable decisiva para expandir el mercado en el que compite Renault tiene estrecha relación con los ingresos per cápita (IPC) del peruano que aunque se ubique en cercanos US$6,700 anuales aún es bajo, esto explicaría que en Chile donde el IPC se aproxima a US$14,000, nos supere de lejos en su nivel vendedor tal y como ocurrió el 2017 que entregó 359,315 unidades y el 2018, 415,069 vehículos.
En estas condiciones, Renault tendrá que hilar muy fino para buscar la forma de recuperar el espacio perdido que según mi punto de vista le resultará sumamente complicado porque al no contar con productos de cilindradas pequeñas, no podrá golpear a sus competidores que lograron apoderarse de un mercado que ya tienen cautivo con compradores que serán fidelizados para que no migren de una marca a otra pues al no crecer el mercado, se los seguirán arrebatando a la automotriz que se descuide o use mal sus variables de comercialización y marketing.
Con 22 concesionarios distribuidos a nivel nacional Renault muestra una fuerte debilidad comercial competitiva porque sus contrincantes la superan en número que le impiden penetrar y mejorar su cobertura a nivel nacional, sumado a servicios post venta caros y recambio de piezas en menor tiempo, tornándola muy vulnerable para resistir la respuesta de las marcas que tendría que atacar para recuperar el décimo lugar que no siendo bueno se ubicaba en este pequeño pero privilegiado grupo de las 10 mejores.
Si Renault adiciona el TWINGO 2019, último lanzamiento altamente tecnológico, con buen nivel de seguridad y equipamiento, eficiente en consumo y motor 1000 cc, competiría muy bien donde tiene falencias de modelos, creando la oportunidad no sólo de reposicionarse más rápido, sino que mataría dos pájaros de un solo tiro vendiendo calidad asociado a buen precio.
TWINGO 2019, podría convertirse en la clave para soportar la reacción competitiva y esperar a que el mercado se reoriente hacia el eléctrico para que cuando se den las condiciones en infraestructura, Renault Perú pueda ingresar con versiones cero emisiones como el ZOE donde tiene grandes fortalezas.
Mientras tanto, con un panorama más que oscuro, ¿ustedes creen que Renault podrá retornar al top ten desde donde fue desbancada?. Esperemos para ver qué hace y opina la marca que corre en F1 con Mac Laren usando motor Renault.
Hasta la próxima
Juan Távara Balladares
Autoridad en usados!
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