Las personas que quieran subirse a una 4×4 ya sea por satisfacer parte de sus necesidades vehiculares no cubiertas, para hacer aventurismo, porque les interesa practicar algún deporte extremo, por contar con un presupuesto limitado y/o porque no quieren acudir al mercado financiero para engancharse con una deuda que les quitará el sueño comprando una “0” kms que cuando decidan venderla en solo un año probablemente reciban el 50% o menos del valor pagado, sugiero que se compren una buena camioneta Jeep.
¿Por qué una Jeep?, Sencillamente porque es una de las pocas marcas que en el mercado de usados y seminuevos se pueden conseguir a precios de oportunidad debido a que el valor de reventa es pobrísimo como consecuencia que la mayoría de los modelos fabricados a partir de la década de los 60 y hasta la fecha configuran motores de 6 y 8 cilindros con cilindradas que superan los 6,000 cc.
Si tomamos en cuenta que casi todos los modelos de Jeep se acercan y exceden las dos toneladas de peso, este volumen adicionado a motores de altas cilindradas, de 6 y 8 cilindros será determinante para tener vehículos tragones, antieconómicos en consumo de combustible sobre todo cuando se aplica mayor aceleración para sentir la potencia de sus grandes motores.
Quienes compraron este tipo de vehículos, que luego por diferentes circunstancias su presupuesto no les permite mantener el excesivo ritmo de gasto en combustible optan por deshacerse de este tipo de camionetas, en consecuencia, es posible encontrar Jeep 4×4 super depreciadas con pésimos valores de rescate o valores finales.
Estas serían algunas de las razones por la cuales es posible encontrar modelos de Jeep vendiéndose desde US$1,000 según modelo, año de fabricación y estado de conservación general que obviamente el nuevo dueño de alguna de estas tragonas camionetas optará por instalarles sistemas a gas GLP o GNV para optimizar en consumo y de esta forma darse el gusto de manejar una buena 4×4 a precios prácticamente de regalo.
Los buenos precios que se pueden conseguir en esta marca automotriz ahora integrante del grupo Fiat Chrysler Automobiles (FCA), no solo se ubican en aquellas camionetas antiguas de la serie CJ como la Wagoneer 4×4, 6 cilindros de los años 60 o las pickup Gladiator, sino aquellas de la serie J como la Cherokee Chief, la Cherokee S, Cherokee Limited y todos los modelos de la serie CJ que a partir de 1973 se fabricaron en motores V8 de 5 litros.
También es posible conseguir versiones de la década de los 80s, 90s y los 2000s, inclusive en Compass, Patriot, que equipan propulsores de 4 cilindros o las Liberty motores V6, 3,700 cc., Cherokee XJ, de 4 litros. A buenos precios se pueden encontrar unidades del 2010 en adelante como las Grand Cherokee de 8 cilindros, 5.7 litros, motores HEMI® prácticamente indestructibles, V8, 5.7L, Gran Cherokee SRT8® igualmente construida con motores HEMI, V8, 6100 cc.
Se incluyen en este paquete de oportunidades a Jeep Sport, Latitude, Limited y Trail Rated® Trailhawk® que aparecieron el 2014, motores V6, 3,200 y 2,400 cc. 4 cilindros. Entre las de seis cilindros se encuentran Jeep Cherokee Limited 4.7/5.2, ahora 3.7, igual que las Jeep Laredo motores 4,000 y las actuales de 3.7 litros así como las Trackhawk, motores HEMI, V8 y 6,200 cc., lanzadas el 2017.
Todo este grupo de camionetas de Jeep con potencia de sobra, capaces de trepar por lugares inimaginables, provistas de excelente tecnología, con transmisiones de hasta 9 velocidades que pocas marcas las tienen, equipamiento incomparable, super lujo, construidas desde 1941, inclusive para cumplir con los requerimientos del ejército norteamericano para participar en la segunda guerra mundial no habrían logrado imponerse en Perú en valores de reventa, residuales o de rescate final al vender.
Lamentablemente, Jeep al parecer no habría tenido un enfoque futuro que le habría llevado a un proceso de reestructuración integral para adecuarse a las nuevas tendencias del mercado orientada a la reducción de cilindradas y de número de cilindros pues ni con la crisis petrolera que afectó a toda la industria, Jeep no dejó de seguir desarrollando vehículos con grandes motores, determinante para perder valor final al vender sobre todo en países como Perú que tiene fuertes carencias de petróleo y donde se comercializan combustibles mucho más caros que en toda la región y donde casi nadie está dispuesto a incurrir en excesivos consumos de combsutible.
Sin embargo, este panorama de bajísimo valor de reventa podría cambiar a futuro con las nuevas Renegade y sus 4 versiones como la actual Compass, motorizaciones 1.4, 1.6, 2.0 todas en 4 cilindros, que desde ya se han confabulado favorablemente para ayudar a la recuperación de la marca que entró en crisis para luego ser adquirida por FCA.
Ustedes deciden que comprar.
Hasta la próxima
Juan Távara Balladares
www.carrosok.com
¡Autoridad en usados!