En el competitivo mercado automotriz peruano, Toyota y Nissan son dos marcas japonesas con una larga trayectoria. Ambas ingresaron al país en la década de los 60, marcando el inicio de una historia que ha moldeado las preferencias de los consumidores. Sin embargo, Toyota ha logrado consolidarse como la marca favorita, dejando a Nissan en una posición de lucha por recuperar terreno.
Toyota: Una marca bien posicionada
Toyota ha sabido capitalizar su reputación de calidad y confiabilidad. Esto, sumado a una amplia red de concesionarios estratégicamente ubicados, le ha permitido atender de manera eficiente a clientes en todo el país, hasta en las regiones más remotas. Además, Toyota ha mantenido una política de servicios posventa accesibles, como cambios de aceite cada 5,000 kilómetros, utilizando aceite mineral. Aunque esta práctica podría considerarse desactualizada frente a la tendencia hacia aceites sintéticos, ha reforzado la percepción de un mantenimiento económico.
El éxito de Toyota también radica en su presencia en competencias internacionales, como la Fórmula 1. Esto no solo mejora su tecnología, sino que también proyecta una imagen de innovación y resistencia. El Toyota Yaris su modelo insignia, es un claro ejemplo de cómo la marca ha sabido combinar confiabilidad y diseño atractivo.
Por su parte, Nissan también es una marca destacada, con modelos icónicos como la pick up Frontier, el Sentra un excelente sedán, Patrol, una 4×4 construída para imponerse en todo tipo de terreno, así como otras muy buenas versiones configuradas con su denominado Escudo de protección Safety Shield® 360.
En sus inicios, cuando aún operaba bajo el nombre de Datsun, destacó con camionetas robustas como la Datsun 620 y 720. Estas camionetas eran ideales para negocios y trabajos pesados, pero a lo largo del tiempo, Nissan enfrentó desafíos en el mercado peruano. Aunque ha realizado cambios estratégicos, como incorporar aceites sintéticos en sus servicios y lanzar modelos con tecnologías avanzadas, su impacto no ha sido suficiente para igualar a Toyota.
Nissan, sin embargo, tiene puntos fuertes. Su incursión en la fórmula E, el desarrollo de vehículos eléctricos y tecnologías de seguridad avanzadas demuestran su compromiso con la innovación. Además, modelos como el Nissan March han buscado competir en segmentos más accesibles, aunque aún queda pendiente desarrollar opciones más compactas y económicas, como motores 1.0 con turbo como Kicks en su fase beta en Brasil que podría salir a la venta este 2025 apoyado en la plataforma CMF-B, desarrollada por su alianza con Renault y Mitsubishi modelo que teniendo tres cilindros desarrollaría 118 caballos y 20,4 kgf-m de torque que además de entregar buena potencia, la baja cilindrada se traduciría en economía de combustible.
La preferencia por Toyota en Perú contrasta con mercados como México, donde Nissan lidera. Esto se debe, en parte, a diferencias en costos y estrategias de distribución. Mientras Toyota ha trabajado en fortalecer su red de concesionarios en Perú, Nissan debe continuar optimizando su oferta para adaptarse mejor a las necesidades locales.
Aunque Toyota sigue siendo líder indiscutible, Nissan tiene la oportunidad de recuperar terreno mediante una oferta más diversificada y una mayor atención a segmentos específicos del mercado. El crecimiento en la demanda de vehículos Crossover y eléctricos podría ser una oportunidad clave para ambas marcas.
Los esperamos en el siguiente post.
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