La furia destructiva del Covid19 además de aniquilar a millones de personas en el mundo pareciera que habría afectado las mentes lucidas de los ejecutivos encargados del desarrollo de vehículos en Renault, marca de renombre y trascendencia global que asumimos por abaratar costos de producción y por considerar como ciudadanos de segundo nivel a los consumidores de mercados emergentes se olvidaron que la prioridad en la fabricación es la preservación de la vida orientándose en lugar de ello a reducción de costos a costa de la seguridad para mejorar rentabilidad. Este es el caso de la New Duster, crossover compacta que la francesa automotriz Renault fabricó para el mercado de América Latina y Rumanía con protección insuficiente.
Renault fabricante francés de automóviles de turismo, comerciales y de carrera que ha hecho historia en innumerables y duras competencias automovilísticas como las de la fórmula 1, desarrollando motores para los equipos de Williams, Benetton y otras marcas, ganador de muchos premios y varios campeonatos de constructores de vehículos, con accionariado en Alpine, Dacia, Samsung, Lada, miembro mayoritario de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi pareciera que hubiera perdido el rumbo que se trazó al fundarse en 1898 al desviar su mirada de largo plazo y dejar de fabricar vehículos altamente seguros probablemente para no dejarse arrebatar el mercado de sus vehículos masivos convencionales y eléctricos como el ZOE, Twizy, ZE, Kangoo donde China hace rato tiene hegemonía.
Ese viraje de la francesa Renault en busca de mejorar su participación competitiva global la habría llevado en la última y rigurosa evaluación del 27 de agosto 2021 realizada por Latin Ncap para la New Duster desarrollada para Latinoamérica y El Caribe que pese a contar con dos bolsas de aire y control electrónico de estabilidad (ESC) como equipamiento estándar decepcionó al no conseguir ninguna estrella en seguridad siendo cinco el nivel de excelencia.
La deficiencia protectora observada en este modelo para los mercados mencionados difiere con el que se comercializa para Europa donde además de bolsas de aire frontales cuenta con airbags laterales de cuerpo y de cabeza. Por su lado, la prueba frontal que se realizó siguiendo los protocolos del programa de evaluación de vehículos nuevos actualizados el 2019 la empresa certificadora de seguridad automotriz determinó que frente a un impacto frontal la New Duster mostró una estructura inestable con pérdida de combustible que asumimos generaría un más que probable incendio.
Además, de abrirse la puerta frente a un impacto lateral la evaluadora de choques determinó que existía una altísima probabilidad que el pasajero fuera lanzado hacia afuera pudiendo perder la vida o lesionándose gravemente.
El porcentaje protector de los ocupantes adultos fue decepcionante al lograr sólo 29.47% , un deprimente 22.93% para los infantes, 50.79% considerado un rango aceptable para los peatones y usuarios vulnerables y un casi desvalido 34.88% en sistemas de asistencia a la seguridad.
Este es el entorno en el que a escasos meses de finalizar el 2021 encontramos modelos de enormes conglomerados automotrices que en forma discriminatoria siguen configurando vehículos con pésima, escasa y nula seguridad automotriz para países pobres y emergentes.
Esperemos que dadas las regulaciones que ya iniciaron en varios países de la región y en muchos pobres y emergentes se castigue severamente no solo a los constructores de vehículos sino a toda su red de comercialización de manera tal que las sanciones que se apliquen los conduzcan a mejorar la calidad de sus productos, empezando por que los consumidores opten por dejar de comprar unidades que atenten contra la seguridad y la vida.
Hasta la próxima
Juan Távara Balladares
Autoridad automotriz!!