Cuidados básicos que alargarán la vida de tu vehículo

Si quieres que tu vehículo te acompañe sin fallas por mucho tiempo, hay ciertos cuidados básicos que tú mismo puedes hacer.

No necesitas ser mecánico, solo prestarle atención y tener ganas de aprender lo justo para evitarte dolores de cabeza (y gastos innecesarios).

Primero lo primero: el aceite. Este es como la sangre del motor, y si está sucio o en bajo nivel, puede dañar seriamente las piezas internas.

Lo ideal es revisar el nivel del aceite una vez al mes con la varilla medidora, con el motor frío y el carro en terreno plano.

Si el aceite se ve muy oscuro o estás cerca del kilometraje recomendado, cambiarlo a tiempo alarga la vida del motor y mantiene su rendimiento.

Otro punto clave son las llantas. Tienen que estar con la presión adecuada, porque si están muy bajas, el carro consume más combustible y se desgastan más rápido.

En la tapa del tanque de gasolina o en el marco de la puerta del conductor suele venir la presión recomendada.

Dale una chequeada una vez al mes o antes de un viaje largo. Mírales el dibujo: si están muy lisas, es momento de pensar en un recambio.

Si sientes que el pedal está muy blando, escuchas chillidos al frenar o el carro te jala para un lado, algo no anda bien.

Revisar las pastillas y el líquido de frenos sí requiere más experiencia, pero tú puedes estar alerta a esas señales y llevarlo al taller antes de que el problema se vuelva grave.

El nivel del refrigerante revísalo con el motor frío y asegúrate de que esté entre las marcas mínima y máxima del depósito. Si baja con frecuencia, podría haber una fuga.

El limpiaparabrisas, parece algo menor, pero en plena lluvia o en un viaje largo, tenerlo lleno hace toda la diferencia.

Por último, no te olvides de revisar las luces: faros, direccionales, luces de freno. Anda prendiendo una por una y míralas desde afuera.

Un foco quemado no solo puede ser peligroso, sino que también te puede costar una multa.

Aprender a hacer estas revisiones simples no solo te da más seguridad al manejar, sino que también te hace un conductor más consciente y preparado.

Tu carro te lo va a agradecer, y tu bolsillo también.

Te espero en el siguiente post…

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