¿Cuántas veces se puede reparar un motor?

Al adquirir un vehículo nuevo, la mayoría de los compradores suelen enfocarse en el diseño, la tecnología y la comodidad, dejando de lado un aspecto fundamental; la durabilidad del motor y la frecuencia con la que podría necesitar reparaciones. Este factor es clave para determinar el rendimiento a largo plazo y el valor de reventa del automóvil.

Uno de los puntos esenciales para entender la vida útil de un motor es la comparación entre marcas y modelos. Vehículos de origen japonés, alemán, coreano y estadounidense presentan diferencias significativas en cuanto a durabilidad y necesidades de mantenimiento. Por ejemplo, mientras que hace una década un motor coreano tenía dificultades para superar los 150.000 kilómetros, en la actualidad han mejorado su calidad, logrando extender su ciclo de vida hasta ese punto y, en algunos casos, incluso superarlo.

El uso del vehículo también juega un papel crucial. Los automóviles utilizados en servicio público, como taxis o transporte de personal, tienen un desgaste mucho mayor que aquellos de uso particular. Esto se debe a los encendidos constantes, el calor generado por el motor y la exigencia en la conducción. En estos casos, los mantenimientos deben realizarse con mayor frecuencia para prolongar la vida del motor. Por ejemplo, el cambio de aceite en estos vehículos debe realizarse cada 2.500 o 3.000 kilómetros con aceite mineral, mientras que en un vehículo de uso personal puede extenderse hasta los 5.000 kilómetros o más con aceites sintéticos.

Al analizar modelos específicos, encontramos diferencias notables. Un Jeep Cherokee Laredo 2005, por ejemplo, es reconocido por la resistencia de su motor, aunque en la red hay evidencias de haber presentado problemas con la caja de cambios. En contraste, un Honda Pilot 2012, con 77.000 kilómetros de recorrido, tiene un alto potencial de vida útil y podría alcanzar y/o superar los 230.000 kilómetros sin problemas.

El Volkswagen Gol, de procedencia alemana, también es un ejemplo de durabilidad, con motores que pueden superar los 200.000 kilómetros sin intervenciones mayores. Un caso emblemático en la historia automotriz es el Volkswagen Escarabajo, cuyo motor podía ser reparado múltiples veces mediante el uso de «camisetas», un procedimiento que permite extender su vida útil al restaurar los cilindros desgastados.

Según el mantenimiento y el uso, un motor puede ser reparado hasta seis veces antes de alcanzar su límite técnico, determinado por el desgaste de los cilindros y la capacidad de rectificación. Cuando un motor llega al límite de 0.60 mm en sus anillos de pistón, la solución final suele ser encamisetarlo, devolviéndole prácticamente su estado original.

En el mercado actual, los motores de marcas japonesas como Honda y Toyota han demostrado mayor longevidad, con algunos modelos como el Toyota Corolla superando los 300.000 kilómetros sin necesidad de una reparación mayor. Este modelo, además, sigue siendo el vehículo más vendido en el mundo, superando a otros icónicos como el Volkswagen Golf y el Honda Civic.

¿Cuántas veces se repara un motor?