Seguro te ha pasado que “de la nada” aparece un carro, una motocicleta o una bicicleta muy cerca a tu carril, pero tú no lo viste, aunque siempre estás atenta a los espejos retrovisores. Tranquila, porque esta situación se debe a los puntos ciegos existentes en todos los vehículos. Te cuento, que los puntos ciegos no son más que las zonas no alcanzadas por los espejos retrovisores; y generalmente son los marcos o bordes de la carrocería los cuales obstaculizan tu visión, pero también sucede con el parabrisas en ambos lados.
Los puntos ciegos también se conocen como “ángulos muertos” y son los que provocan una gran cantidad de accidentes en las pistas, situación que te obliga a conocer cuáles son de los que te tienes que cuidar siempre.
Es recomendable que ajustes tus espejos laterales y el retrovisor para que tus puntos ciegos se reduzcan al mínimo para evitar el riesgo de accidentes. Un buen truco es acercarse un poco al espejo retrovisor para aumentar tu campo de visión, también puedes girar tu cabeza para estar segura que puedes cambiar de carril sin problemas.
Sin embargo; debes estar siempre atenta a tus tres espejos y no solo para cambiar de carril, aprende a manejar a la defensiva y evita distracciones innecesarias como ver tu teléfono o maquillarte.
Si estás atenta podrás anticipar los movimientos de los otros vehículos que están cerca de tu carro, así evitarás muchos problemas.