Una de las razones por las cuales China domina el mundo no solo en la industria automotriz sino en muchas más tendrían que ver con la mirada futura o de largo plazo que se planteó como país, visión no sólo geopolítica estratégica sino geoeconómica para apalancado en su apertura al mercado lograr que casi en su totalidad las marcas se asentaran en su territorio, sumado a una reducida estructura de costos laborales, abundante y barata mano de obra, enorme tamaño del mercado considerado la gran oportunidad de las empresas extranjeras para potenciar y expandir su producción además de sus ventas de exportación y domésticas.
Este proceso de apertura dentro de un esquema reestructurador fabril que además de incrementar la inversión extranjera directa (IED) que al inicio en 1979 fue gradual, se aceleró a partir del 2001, creando zonas económicas abiertas como requisito para integrarse a la Organización mundial del comercio (OMC); llevó al cambio de una manufactura incipiente a otra mejorada tecnológica y financieramente razón por la cual las inversiones en el sector manufacturero crecieron hasta un poco más del 64% dentro de las cuales se ubica la automotriz considerada estratégica.
Es así como, según datos de la Oficina estatal de estadística China para el 2007 las empresas de propiedad totalmente extranjera constituían un cercano 77% a las que se les obligó a transferir tecnología para migrar de un esquema productivo automotriz incipiente a otro más eficiente.
Para cerrar las brechas productivas existentes y para emparejarse a otros países, China al 2019 igual que EE.UU., Corea y México, fabricaba vehículos que no necesitaban ensamblaje final luego de terminados porque se integró todo en uno, armando el techo, con el piso y los paneles en conjunto a diferencia del otro proceso fabril que para concluir el ensamblaje se requería de componentes suministrados por otras plantas, lo cual incrementaba los costos.
La otra variable decisiva para que China masifique globalmente y con mucha rapidez su sector manufacturero automotor fue el considerar acertadamente que el mundo requería vehículos económicos entre ellos mini compactos, subcompactos, compactos y familiares más que de longitud amplia, de grandes cilindradas y motorizaciones lo que le habría permitido superar de lejos a EE.UU. fabricando un 79% versus 48%.
En estos segmentos porcentualmente Japón consiguió 76, Alemania 80, Corea del Sur y México 77, India 64 y aunque Brasil superó a todos con 96% su nivel productivo al 2019 se encontró muy por debajo de lo que China desarrolla.
Los espero en el siguiente post en el cual relacionaré el impacto de la cuarta revolución industrial en el sector automotriz.
Juan Távara Balladares
www.carrosok.com
¡¡Autoridad automotriz!!